¿No sabes qué preparar para esta noche? Tranquilo/a, te traemos una receta fit fácil, rápida, ligera y nutritiva: quiche de calabacín. La quiche es un plato de influencia francesa, como una especia de tarta salada que se prepara con una base de huevos, quesos, embutidos y/o verduras, y que se cocina al horno. La más popular es la quiche lorraine que se hace con bacon y queso gruyere, pero existen infinidad de variaciones, desde las opciones más veganas hasta las más proteicas. En nuestro caso vamos a partir de una mezcla de avena y huevos para realizar nuestra base fitness proteica, y a continuación la rellenaremos de una masa donde los protagonistas son el calabacín, el queso y el bacon.
Base de la quiche de calabacín:
- 200 gr. o media taza de harina de avena o copos de avena hechos polvo (con tu batidora)
- 3 claras de huevo
- 2 huevos enteros
- sal y especias
Preparación de la masa para la base:
Introduce en un cuenco todos los ingredientes y mezcla bien con una cuchara. Se quedará una masa de textura bastante espesa, que iremos trabajando con los dedos. Extiende la masa en un molde redondo antiadherente o previamente untado con un poco de mantequilla, subiendo un poco por los lados, a modo de plato, y hornea durante unos 10 minutos a unos 200 grados en altura media.
Ingredientes para el relleno:
- 1 tarrina de 500 mg. de queso fresco batido con 0% de grasas (también vale queso Quark)
- 3 o 4 huevos enteros
- Tiritas de bacon (también puedes usar pavo o jamón a tacos)
- 2 calabacines
- Especias: nuez moscada y pimienta
Preparación de la quiche de calabacín:
Puedes usar o bien los huevos enteros, o usar mitad de claras y mitad de huevos enteros. Los calabacines, deberás pelarlos y cortarlos en tiras, o trocitos pequeños (también hay bolsas que ya se venden en tiras cortadas). Introduce todos los ingredientes en un cuenco hondo. Puedes agregar cuantas especies gustes; en este caso la haremos con nuez moscada, sal y pimienta. Si ves que la mezcla queda algo espesa, puedes echar medio brick de nata líquida para cocinar, de forma que te quede más esponjosa una vez se hornee.
Una vez tengamos la mezcla preparada de nuestra quiche fit con calabacín, la verteremos sobre el molde con la base que ya habremos sacado del horno. Puedes agregar queso rallado justo por encima para que nos quede un aspecto gratinado. Vuelve a meter todo al horno a media altura, durante unos 40 minutos a 200 grados.
Ten en cuenta que la consistencia de la base será más dura que una quiche normal, con base de hojaldre por ejemplo, debido a la consistencia de la avena. Así que si lo notas algo crujiente en ese sentido, es perfectamente normal.
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